lunes, 17 de mayo de 2010

Cantame de nuevo una canción tu que eres un cantante

Un día en el año del zorro vino un tiempo bien recordado. Cuando el joven fuerte del sol naciente escuchó el tañido de la gran campana negra. Un día cuando la campana comenzó a sonar, quería decir que había llegado la hora, para que uno se fuera...

Allí está de pié, en medio del círculo, buscando, con un solo toque de su mano temblorosa, se hallará la respuesta. La luz del día espera mientras el viejo hombre canta... cielo, ayúdame...

Y entonces, como el ajetreo de mil alas, brilla sobre el elegido y el día solo a empezado. Allí en medio de la gente, mirando, sintiendo. Con un solo gesto de una fuerte mano derecha, ya se habrá ido... al templo del rey.

Lejos del círculo, en el borde del mundo, el está esperando, preguntándose, rememorando historias que ha oído, de lo que va a ver. Allí en el centro del círculo yace. Entonces todos podían ver por el brillo de sus ojos que la respuesta había sido hallada.


Me despido de él mal traduciendo una de las primeras canciones que escuche de él. Bueno, cuando comence solo escuchaba los grandes de los setenta y ochenta y algo de lo moderno para no quedar del tio rarito.

Algunos escogían escuchar eso del hip hop, que si eminem y soplapolleces de esa linde, yo elegí el rock y el metal. No ese metal que es puro ruido sin sentido del black metaaaooauaoaoal o el death metal.

Tampoco quiero extenderme mucho más que parece que últimamente solo escribo sobre cosas tristes y no me mola nada. Solo como final diré, se ha ido uno de los más grandes, el único que siempre tenia una melodía para algun momento tanto alegre como triste y por eso solo diré gracias

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