Llevo unos días completamente cansado y pocas cosas me ayudan a descansar. A parte del cansancio físico. Tengo otros que se derivan de los estudios y responsabilidades que he decidido tener. Y aunque es una que me trae quebraderos de cabeza a su vez es la que más me reconforta. Si el ser scout y por escisión scouter. No todos los que empezamos desde pequeños (yo empecé a los 9 años) llegan a donde he llegado, unos pierden la fe, otros creen que no valen. Yo solo digo que ellos se lo pierden.
El sábado pasado volví al pasado estando en el presente. A mis lobatos (chavales entre los 8 y 11 años) les estaba explicando algo básico de orientación (que es una brújula, como prepararla, como orientar un mapa, que indican las curvas de desnivel, etc) y de repente volvió a mi mente ese recuerdo de Bagheera (Rubén) explicándome lo mismo, en mitad de una montaña leonesa. También tuve esa misma sensación cuando hace dos sábados les dimos las huellas (pueden ser consideradas como "medallas" sin serlo). Cuando antes de dárselas los sentamos en corro y les pedimos que hiciesen unas críticas, hicieron algunas de lo más interesante y muy críticas en algunos aspectos. Y luego dicen que la juventud va descarriada....
Sin duda algo me llena en el alma cuando uno de ellos me llama "Akela", sin duda soy el jugador de rol en vivo más experimentado. Pero el ver que tras preparar una actividad y pensar en que juegos les vas a hacer y ver que al final se divierten y lo que es más importante aprenden algo. Y eso que les enseñamos cosas que no se aprenden en ninguna escuela. Les enseñamos a "ser buenos ciudadanos"
domingo, 1 de junio de 2008
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