miércoles, 7 de febrero de 2007

Confesiones

Confesiones de un adolescente español

Confieso haber comido, sin tener necesidad. Confieso que a veces bebo más de la cuenta. Pido perdón por todos mis desmanes. Confieso haber comprado algo inútil pero para saciar mi sed consumista. Confieso que me enamoré muchas veces, peor que jamás me atreví a lanzarme al ruedo. Confieso que ha veces parezco tonto. Confieso que a veces parezco listo. Confieso tener el mejor ordenador del mercado solo por placer.


Confesiones de un adolescente Saharaui


Confieso estar con hambre. Confieso que prácticamente no bebo. Pido perdón a mis padre por haberme comido un trozo más grande del pan. Confieso que lo único que tengo es lo que tengo puesto. Confieso que no puedo enamorarme porque tengo que trabajar mucho. Confieso no haber ido nunca a la escuela, lo que sé se lo debo a mis padres y a mi trabajo. Confieso no saber que es esa cosa extraña llamada Internet.


Habrá un día en el que el tercer mundo se levante. Y cuando esto suceda, tendremos que pagar todos por cada uno de nuestros errores. Si bien por ejemplo yo soy una persona casi prescindible en esta sociedad (una de tantos otros) pagaré ese día por los errores que cometí, al querer solo cosas materiales para aferrarme a ellas. Y con ello hallar la felicidad. Decía Heminway que el mundo es un lugar bonito por el que luchar. Yo solo estoy de acuerdo en la última parte. Ya que tenemos ejemplos reales del grado de repulsión y degeneración que esta sociedad esta llegando. Un ejemplo, mi padre cobra infinita mente menos, que uno de esos "periodistas del corazón". Por lo cual digamos que el mundo es un lugar bastante feo por el cual hay que luchar, para mejorarlo y conseguir una sociedad que busque la satisfacción personal y colectiva.


Un cordial abrazo:

Red Drak

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